Hasta hace poco tiempo, la posibilidad de convertirse en un punto de recogida no era una cuestión que apareciese frecuentemente al trabajar con un comercio local. Pero el crecimiento del comercio electrónico en la pandemia ha traído que cada vez más empresas lo estén valorando. El motivo no es otro que el servicio que demanda un cliente. En un estudio de 2017 se decía que el 90% de las entregas fallidas en ecommerce se debían a la ausencia del destinatario. De hecho, la escasez de opciones de entrega y de recogida también son un punto importante a la hora de comprar online.
¿Y qué tiene un comercio local para aportar ante dicha realidad? La amplitud de horario y la calidez que suele demandar un cliente también en la entrega, son los dos principales elementos. Esta propuesta de valor, a un comercio, le aporta ingresos adicionales y también flujos de visitantes que, si bien se acercan por un objetivo muy práctico (recoger un producto), evidentemente también prestarán atención al comercio que visitan. Por otro lado, puede ser un servicio más que ayude a un comercio a diferenciarse de su competencia. Un comercio solo deberá aportar espacio de almacenamiento y gestión de clientes. En el camino, también podrá aprender cómo los grandes comercios electrónicos trabajan en la integración con el canal físico, por lo que, para los planes de transformación digital esto puede ayudar.
La mayoría de los puntos de recogida en el comercio local son de paquetes sueltos. Sin embargo, cada vez se ve más el uso de taquillas automáticas. En esta modalidad, hay unas taquillas instaladas en la tienda y el cliente necesita un número de taquilla y una clave para recoger su envío sin intervención del comerciante.
Si eres un comercio y estás valorando esta alternativa, creemos que es bueno preguntarse por el barrio en el que tienes ubicado tu comercio. A mayor número de residentes, más opciones de explorar esta oportunidad.